Pedro Pablo Velázquez, José Carlos Ortega y Juan Pablo Álvarez, juntamente con el invitado del día, Juan Carlos Ortega, abordaron el elevado costo de mantener a los diputados en Guatemala, cuya remuneración mensual asciende a 46,700 quetzales, a lo que se suman beneficios adicionales como bono 14, aguinaldo e indemnizaciones, incrementando significativamente el gasto estatal.

Este aumento salarial fue aprobado en una sesión nocturna, generando críticas por la falta de transparencia y ética en el proceso.

El Congreso enfrenta señalamientos por prácticas corruptas y un manejo legislativo que parece beneficiar a los propios diputados más que a la ciudadanía. Leyes como la de la Policía Nacional han sido aprobadas en un entorno de cuestionamientos sobre su utilidad y propósito, mientras que modificaciones en normativas sobre delincuencia organizada han desatado controversia, con sospechas de que buscan proteger intereses.

El descontento ciudadano se ha intensificado, reflejado en manifestaciones en redes sociales y críticas hacia los diputados, percibidos como desconectados de las dificultades económicas que enfrenta la mayoría de la población. Las demandas por mayor transparencia y responsabilidad en el uso de los recursos públicos aumentan, en un contexto donde la corrupción y el abuso de poder han minado la confianza.

La falta de respuestas efectivas por parte de las instituciones profundiza la frustración y el escepticismo en torno a las intenciones de los legisladores.