Carlos Ortega, Erick Bolaños y María Dolores Arias analizaron el impacto del cierre del Campo Xam en el sector energético y la economía de Guatemala. Sebastián Ríos analizó cómo este campo petrolero, operado por Perenco, dejará de funcionar tras el vencimiento del contrato el 7 de agosto.

Aunque el Estado guatemalteco recibe solo el 5% en regalías por la explotación, obtiene ingresos sin asumir riesgos operativos. Se discutió que el Estado gana aproximadamente $3.25 por barril, mientras la empresa invierte cerca de $40 para producirlo. El área intervenida representa solo el 0.02% del Parque Nacional Laguna del Tigre.

El cierre podría dejar expuesta la zona a grupos criminales y aumentar la destrucción ecológica debido a la ausencia de vigilancia estatal. También se abordaron las propuestas legislativas relacionadas, como la iniciativa 6021, que busca extender el contrato hasta agotar los recursos, aunque enfrenta oposición por intereses políticos. Se cuestionó la eficiencia del Estado frente a operadores privados y se discutió si la protección ambiental puede lograrse.

Además, Roberto Fernández Conti habló sobre la expansión de proyectos de gas en Quetzaltenango y Villa Canales. La tercera fase de Ofibodegas en Quetzaltenango tiene como objetivo consolidar su liderazgo en el sector de Ofibodegas. Las inversiones se centran en áreas con potencial de crecimiento para estimular el emprendimiento local fuera de la capital.