Sebastián Ríos, María Dolores Arias y José Carlos Ortega abordaron diversos temas relacionados con los desafíos sociales, económicos y estructurales en Guatemala. Se discutieron problemas de violencia, destacando casos impactantes que subrayan deficiencias en el sistema de justicia. Se abordaron propuestas como la correcta aplicación de la ley y medidas más prácticas frente a la creciente criminalidad.

El debate incluyó críticas a la gestión gubernamental en sectores clave como seguridad, corrupción e infraestructura. Félix Alvarado, ministro de Comunicaciones, fue señalado por su ineficacia, mientras se denunció la falta de avances en proyectos esenciales. Se analizaron también problemas de robo en el aeropuerto y la corrupción dentro de las fuerzas del orden.

En el ámbito energético, se contó con la participación de Paulo de León, enfatizando la necesidad de diversificación, mejora en la transmisión y preparación para la creciente demanda urbana. También se señaló la importancia de una gestión adecuada del agua y su posible privatización para mejorar la eficiencia. La discusión resaltó cómo las inestabilidades legales y económicas afectan las inversiones, mientras los desafíos regulatorios y de infraestructura obstaculizan el progreso.

Finalmente, se anunciaron esfuerzos para combatir la desnutrición, incluyendo un bono único de mil quetzales para comunidades afectadas por la migración.

Aunque se reconocieron algunos avances, la crítica predominante fue hacia la falta de liderazgo gubernamental.